28.9.07

Mispoetascontemporáneos de DUELO

Con dolor e indignación me entero del asesinato del poeta, amigo, buen tipo "Eduardo Blues Villalba", precisamente hoy leía en su ciclo "El parnaso americano", no me quedan palabras, solo tristeza e impotencia.

Hasta siempre Eduardo, hasta siempre...


LOS POETAS

A Aldo “Ciprés” Benitez
Torrentes de pasos endilgan al poema
La quinta dimensión del cosmos.
Sin embargo es sabido que hay
Aun más azules que el mar,
más rojos que la sangre,
asaz sentidos a parte del albor,
antes que rompa la niebla
en la purpúrea garganta de la Noche.
Otros torrentes ya no intentan lo indecible
al pulsar la pluma…
Y liberan versos en la tinta,
cuyo cuerpo ligero de partículas devenidas del agua,
emulan al azar y al destino.
Mientras…
Leños ardiendo abren el aire de la Noche…
El poeta canta:
“Ah… Vetusta cultura…
guturalmente cincelada en primitivas cuevas y
gregarias cavernas,
a fuerza de pujar oposición de pulgares y
parir herramientas”.
Sobre la manta del monte
Se criban andanadas de luna
Y bajo delgados hilillos cristalinos…
El poeta canta:
“Ah… Vetusta cultura…
maleada en sarro azul de avatares mortales,
guapeando por la sutura de las dos mitades humanas
una aguja sueñera a modo de perlas estelares”.
Y es el poeta quien dileta
Acurrucado en su barbilla mientras
La pira del caos humea invisible.
Llama a la poesía,
Inflama los cables del sueño,
Su verso es el anzuelo que enhebra el sentido
Del cuenco por donde viaja la luz
En la gotera del espacio.
Canturreo insomne el hervor de su cabellera
Que la brizna acaricia.
Su tarea es levar las anclas del significado
Y arrojar el tridente del sentido a modo de saetas
para convulsión de la vigilia.
Mientras leños ardiendo abren el aire de la Noche…
Canta.
El poeta canta…
Él canta.


MI ENTE

Miente que deseas acabar conmigo.
Yo estaré en los bordes de tu retaguardia
Marinando tu aliento agitado en la huida,
con polvo
Impalpable de jazmines.
Miente que acabas
en tus muslos
después de ser amada,
musitando mis versos a modo de mantras,
susurrándolos
sobre las yemas de tus dedos
que rozan tus poros dilatados.
Miente. Muchacha.
Miente a este viejo bohemio que
tañe
su blasón enhiesto en la alborada
para espejar en él a Venus
cuando cantan las calandrias y zorzales
mientras
pronuncia tu nombre,
secreto de décima Musa,
de Ninfa
que mora bajo el cielo de su frente.
Miénteme y huye lejos…
Donde no pueda pensarte,
Al sitio donde mi deseo
se torne
un ademán lejano de un sueño.
Y lograrás
que este unicornio insoportable
Se rinda indefenso sobre la falda
De tu amigable espíritu.
Para que allí,
cuando tú lo desees,
Acaricies en mi cuerno de versos
Lo que realmente te asombra y embeleza.
Pero miénteme, niña, miente…
Hasta lo indecible…


LA PREÑEZ DEL CANIBAL

Conocía los secretos del pabilo,
La ciencia del sándalo y la quietud del agua.
Hablaba sin embargo la curva del humo
deslizándose sobre el aire.
Con el tiempo había aprendido a mixturar
El instante con algunas ideas consistentes,
Logrando la soltura de los yoguis.
Sin paciencia enhebraba el azar
Para levantar la bandera de seda
Sobre el techo de su casa.
El caníbal, un tiempo anduvo sin rumbo:
Casi perdido.
Hasta que al fin,
Levantó su mano con tierra,
Como un puñado de dioses que agazapados
Esperaban el segundo
Para volar clavándose en el odio.
Y comenzarán a brotar risas en su boca.
Y el corazón le crecerá hasta la altura de la tarde.
Y desde el centro de la Luna en cuarto creciente,
Un sonido de aire de reloj bajará hasta la tierra.
Convidado con creces beberá solitario su última
Contracción,
Puesto de rodillas pujará la criatura.
Y la vieja cicatriz, la sutura,
Detendrá un poco más el llanto de la cría,
Y desde adentro sonará mansa.
Asimismo la duda,
Vendrá con su facón a chancletear ante el sitio.
Convidará ginebra en tanto canto.
La guitarra en otro puño
Con la cinta del color azud.
Azul. Blanco y Azud.
El caníbal debió nacer antes,
Pero aun no ha nacido.
Su figura se ve en sueños.
Es un presentimiento de luces efímeras.
Un fuego fatuo en la boca del Padre.
Un tanto verde al madurar
Para llevarse las señas,
Un tanto más cerca de las vueltas de la llave.
Beberá el saludo y el aire del mar.

La duda le empezará a nacerle
Justo en el instante del cordón umbilical,
Pero la velita encendida en la casa
Ante la estampita de la Inmaculada Concepción
Evitará los quebrantos.
Luego silbará mansa
el sonido de lo que viene
sin prejuicio alguno.
Su babero será el norte de los astros
Y su baba el poema de lo oculto.

© Eduardo “Blues” Villalba



Maestro, poeta y guitarrero.
Nació en la ciudad de Clorinda en la frontera con Asunción.
Su encuentro con la poesía fue a los cinco años con la audición de un larga duración recitado por Elvio Romero.
Se graduó de Profesor para la Enseñanza Primaria en el Mariano Acosta y de Profesor Licenciado en Ciencias de la Educación en la facultad de filosofía y Letras de la UBA.
Se desempeña actualmente como Maestro Secretario en la Secretaría de Educación del GCBA. Fue Alfabetizador Nacional.
Desde su adolescencia integró diversos grupos musicales desde el blues hasta el tango pasando también por la cumbia.
Su primer trabajo escrito se denomina “América India” encuadrado en el género novela. Participó en la Antología Poetas en la Farsa, con una selección de su libro “Cerca de lo Último y de lo Primero”, como parte del grupo El Barco Ebrio, que actualmente integra.
Se desempeñó como Coordinador del Centro Cultural “Encuentro Vecinal del Cid” perteneciente a la Secretaría de Cultura del G.C.B.A. entre 1998 y 2002.
Fundó el “Parnaso Americano” desde donde se realizan varios homenajes a su querido maestro “Elvio Romero” con la presencia de destacados poetas, desde allí edita dos CD del maestro, una contiene la disertación en vivo sobre la poesía del siglo XX y el segundo una veintena de poemas grabados en estudio.

En los últimos años se ha dedicado a realizar trabajos poéticos musicalizados como: “Poemas del Imposible Posible Amor Humano” dedicado a Elvio Romero. “Tumbo Rante de Mi Amor”, homenaje a Carlos de la Púa. “Homenaje a Raymon Carver” y el cuento de su autoría #Olvido en su Periplo a lo Contrario de lo Adverso.
Coordina el ciclo literario “Los Compases de la Vigüela”, Gala de la Palabra Y Sus Avatares Poéticos, como las diversas acciones poético musicales de Lo Parnaso Americano.

MEMORIAL DE EDUARDO BLUES VILLALBA


ARS POÈTICA

El punt crucial, la poètica,
en la cruïlla,
es desencalla des de l’ara
per la pendent del desig,
però es mostra nua
als plomalls de la parla.
Tragina el pes d’un destí incert,
però intuït a l’atzar des dels reductes vistos,
quan es mostra nua
als plomalls de la parla.
Des de qualsevol forma,
a vegades a la manera de mostela,
devora l’ou filosofal,
i fins i tot presa al parany
dels narcòtics o en l’ensopiment,
talla les seues potes amb les seues filoses dents,
per alliberar-se…
Per alliberar-se…



Homenaje de Pere Bessó a Eduardo


Poema de Cristina Pizarro


GERTRUDIS ENTRE PSIQUIS Y EROS

I

Entre la Noche
............... y el Vacío
hubo restos de espinas
..................... en un plato sin comida.

Caminamos hacia nuestras vísceras.

La Muerte subyugó el deseo
y se devoró al ser.

Nos unimos en espiral
............ al encuentro
................ de concéntricos orgasmos.

© Cristina Pizarro

Poema de Ramón de Almagro


Preguntas a un Ancestro

¿En qué hemisferio
comenzó tu vida?
¿En qué combates
cosechaste mis miedos?
¿A la sombra de qué árbol
y escuchando qué pájaros
hallaste esta alegría,
de mi afición al canto
al despuntar el día?

¿Por qué motivo,
huyendo de que cosas
cruzaste un día los mares,
buscando un nuevo mundo?
¿Fue por sueños de gloria
o escapándole al hambre
que volcaste en América
esta que hoy es mi sangre?

Tú quizás no supieras
de escribir o estas cosas
más yo sé y es seguro
ya que soy el testigo
que nunca te ha faltado
una frase amorosa
ofreciendo a la vida
tu cariño y tu abrigo

Hoy quisiera que sepas
que sin saber como eras,
que sin saber en donde
se han perdido tus huesos
igual yo te recuerdo
y pienso conmovido
en cuanto habrás soñado,
en cuanto habrás sufrido,
tú mi antepasado
en el tiempo perdido,
tú mi antepasado
tan lejano y querido,

y aquí estoy yo


© Ramón de Almagro


Poema de Jorge Boccanera


SUCESO VIII

a veces soy la voz del otro lado del teléfono
a veces un aliento
una ciudad enorme donde te encuentro a veces
por supuesto una fecha
un saludo que cruza el cielo velozmente
dos ojos que te miran
un café que te espera después de la llovizna
una fotografía una mano en tu mano
desesperadamente una canción etcétera

y siempre o casi siempre

© Jorge Boccanera

Prosa de Lucía Serrano


SA

ATREVETE AMIGO

El cielo curioso sabe que deseo conversar con alguien y hoy fuiste el destinatario de una pasión que nunca más será melancolía.
Tras los cristales, el atardecer siempre es soberbio.
Mis ojos vagan por encontrarte en un beso que no tenga tinieblas.
Amores irrisorios inquietan las quejas y turbada, vuelvo a elegir el infierno a la nada.
¿Sientes las gotas de lluvia fluyendo por los siglos ausentes?
¡Encontremos amor el tiempo!
Sus mórbidas cadenas en las noches oscuras, perdieron las piedras
preciosas en las carreteras.
Atrévete amigo, a enfrentar a los idiotas con su infernal cortejo fúnebre permanente.
Deja ya la vida y si fuese necesario, búrlate de dios y del diablo.
¡Vive!

© Lucía Serrano

Poema de Marcelo Luna


PUEBLO BLANCO.


Doblando el Cabo enfiló a estribor de la tormenta
aquel pesquero, el " Francisco de Almeyda "
crujió las muelas
y en la octana
prendió balizas a la Virgen,
rogando al celoso mar de los tumultos
por la vida en esta vida
y no en la otra...

Batió el viento tornasol de cormoranes sin penacho,
como a nubes en tormento.
Y allí estaba...El pueblo blanco,
más blanco que la sal de la lepra,
más blanco que túnica de Cristo,
más blanco que una muchacha
recolectando oliva.

¿Visión que no doblegó el fuego ni los dioses?
¿Amor extraño por un hombre
que persigo, pertinaz
en mi locura?

Solo vide un pueblo blanco...
Y el " Francisco de Almeyda " se adentró
a barlovento.


Luderizbürg, 2 de Abril del 2003.

© Marcelo Luna
Foto: Patricio Coullery (Mocoretá -Corrientes-)

Poema de Nora Perusin


CINE


con alvaro no fue distinto

...... (Sabina ya había regresado a Leipzig

...... dejó una campera, sopa instantánea

...... sus botas amarillas)

Comenzando el otoño

José llegó de Odessa con su mujer

vivían en un departamento

en el centro de la ciudad

y pronto partieron a Moscú.

Un día fuimos al cine,

en el Pivor pasaban una película argentina

Vosvrashenie

-volver-

Después, moviéndonos entre hojas descoloridas el resto de la tarde, hablamos del film.

Su rostro adivinaba en mi voz el eco del retorno,

las primeras nevadas.

Llegando diciembre, el viento del Báltico

era una suave entonación. La despedida.


© Nora Perusin

Poema de Diana Poblet


Lo inexplicable

Quería hablar sobre aquel día
cuando la playa era una esponja de arena
y los castillos aún eran posibles
cuando mirar el horizonte era abarcarlo
saboteando cormoranes desprovistos
obteniendo a cambio silencios quebrados
por la inconstancia del mar
todo bucólico y sin nubes
abundante bronceador y Cien años de soledad
disfrutar mi último verano
después la universidad y su tiranía temporal.

Alguien llegó corriendo y dijo que estabas muerto,
vos y todos mis amigos
los de la secundaria
mis amados pescadores de sueños
picaneados
quemados con cigarrillos
naturalmente muertos
de muerte natural
y el mar se puso rojo
y la playa fue una esponja de angustia
y los castillos ya no fueron
y el horizonte aún es inabarcable.

Quería hablar sobre aquel día
y su falseada bisagra histórica.

© diana poblet

Poema de Eduardo Quintana


Escritor de la vida

Son los lápices de la vida
los que dan sentido a
la misma, no importa
el escritor de esta gran novela:
la existencia.

Quien se atreva a escribir
incorrectamente, no es aquel que
intenta transmitir con tintas azules
su destino, sino el que no escribe nada
pero disfruta como si fuera un gran premio.

Son pocos ya los escritores de este
camino, son muchas las novelas.
Quedan millones de palabras,
para tan pocos sentimientos.

Adelante, no ganaremos
el Nobel ni el cielo,
tendremos más que eso,
lucharemos hasta sentir de cerca
la hoja pura de la cabeza,
el sabor a papel de la vida.
El olor a juego, a juego
de personas escritas

© Eduardo Quintana

Poema de Viviana Pelle


La tarde oscurece el verde

La tarde que cae
oscurece el verde
de la tarde que hace un rato
resplandecía a pleno.
El silencio se agiganta
Cae una hoja a mi lado,
pequeña.
Cae
desde la escalera que ascendía
al llamado de mi madre.
Cae hilando el punto del fin
en la tarde quieta y mansa.
Escalera por la que subo o no,
al balcón de los recuerdos.

© Viviana Pelle

27.9.07

Poema de Michou Pourtalé



EN LA ANTESALA


Sentados los viejos esperan.
Por la ventana sólo ven
siluetas amorfas sus cuerpos
espejan un cristal sin transparencia
horizontes que más y más se alejan
aquietando el compás
y la brújula del tiempo
se cierne sobre ellos
en manto abotagado de memorias.
De pronto una gasa infantil
con regocijo los envuelve
y acuna delirios de cansancio
Frente al cristal ellos dormitan
como poste de antigua estancia
un bastón es ladero del silencio
para la mano su trazo sabio.
Sin policromía horas decantan
arena en los vacíos
llegan puntuales fantasmitas
con mueca venerable
los viejos no se inmutan
respiran mórbidos trayectos
y secamente tosen
un aire mal iluminado.
Sobre el asiento de junco
este viejo espera
con gorro chato en la cabeza
no hay sombra de pasión
ni hambre en boca sin dientes.
Taciturno tiembla
a sus huesos rezonga
y el rostro es máscara
reflejo de sofoque miedo
hacia el ocaso densidad
neblina esponja mitigando
las líneas del saco.
Ahora en la queda tarde
alguien parte
definitivamente.

© Michou Pourtalé

Poema de Andrea Álvarez


Soledades de metal.


Las manos sudan
sus fragancias de verano.

El aroma inconfundible del mutismo
perturba el asfalto
con algún pachulí viajero.

Todos vamos
Sobre
la misma ruta.

Sobre los mismos rieles retraídos
del silencio.

Hay tanta gente aquí
que nuestras soledades
se estrellan.

© Andrea Victoria Álvarez

Poema de Guadalupe Wernicke




el heraldo
hace la plancha en la pileta
como quien mira lo que viene
está desprevenido o acaso el cielo
abarca la muerte en sus bordes

el heraldo
recuerda sus danzas en los muelles
la horizontalidad de las tardes
solo bucea hacia adentro
busca convertirse en ceniza y volver

sabe de síntesis
y hasta a los viejos llora
la música es grave aún en los eneros
ya no siente el quiebre
del líquido y su ansia

se une a lo que flota
el misterio en el total de los misterios
ni se toma la molestia
del nado o la dicha

© Guadalupe Wernicke

Prosa de Fernando Trejo


Tuxtla: un viaje bajo otra luz

(dos)

Aquí en la facultad a falta de la nena, propongo un largo-tiempo en límpidas goteras. No sirve de nada el rayoteo impúdico de mis libretas. Ella no está aquí a treintaydospasos. ¿Y si camino y la veo o no la observo retirarse? De allá los gatos buscan su alimento enmarañado entre costales. De aquí los perros baten la saliva en su incesante rabia. Muerden las orejas de mi rostro. Y hay monstruos intentando ser hombres con el sucísimo letargo de su inasistencia y existo y persisten las palomas. Picotear no es válido en trastes de cocina. Gritan a lo lejos tres lagartos lloricones, porque las servilletas cargan un peso tan cansado en las entrañas y adentro de su sexo mueven su sexo los lamidos.

En la espera de la nena y su cabello asolado de dulce y golondrinas. En la espera de nombrar aquí en la facultad te espero. No aguanto otro cigarro entre las manos. Insisto.

© Fernando Trejo

Poema de Graciela Zolezzi Faure


VER TU NOMBRE

Ver tu nombre
........ después de tanto tiempo
ver tu nombre
............ en el papel
.................. impreso
fue sentir tu presencia
........................ junto a mí
.............................. de nuevo
ese cálido aliento
................... en mi cara o mi cuello
la esbozada sonrisa
........................ tu piel
.............................. los silencios
ver tu nombre
................ después de tanto tiempo
así
... en el papel
............ impreso
tu nombre y tus versos.

© Graciela Zolezzi Faure

Poema de Cecilia Ortiz



Insaciable

. Insaciable, el territorio que late debajo de la piel gastada.
Respiré y bebí ese vino, aquel aliento que sube desde la plegaria.
Las grietas en mis labios hablan de otros vinos y otras palabras.
.....Otros son los ojos que miran con mis cristales
.el cuerpo que se abandona desencontrado con la noche.
Otra la mirada que alerta. Estira pliegues memoriosos.
.-los que recuerdan detalles amanecidos en el alma-

Insaciable, la espera confidente
... segundos que escapan del ritmo certero
....... de la amargura riendo a mis espaldas
. cuando pas
an hacia el ayer las cenizas
..... de esos sueños que proyecté esta mañana.
.-No es padecer lo que me habita y se instala-
.Soy trozos de un sueño fragmentado.
Un ángel de mirada esquiva y lira sin cuerdas dice al olvido:
........ Ni angustias ni temores.
Y vuelvo - sin mirar los escombros de realidad
.amontonados en mi puerta - a soñarme entera.
Soy aquella que me sueña y ésta que mira por dentro
.la que suelta lágrimas y captura versos.

Porque cuando se ha respirado el corazón de una rosa
.no hay sol, no hay estrellas para recuperar el sentido.
..-Ya no se regresa del espacio donde cabe el fuego-

.. El tiempo abre su boca ávido, la conciencia declina
.... encerrada por los bordes del anhelo.
............Insaciable
.cuando todo huele a nunca y a hora malgastada.

© Cecilia Ortiz

Poema de Lola Bertrand




PALABRAS MUTILADAS

Se mutilan a si mismas:
son
palabras que no pueden brotar de la garganta.

Atrapadas en frases ambiguas
lloran pensamientos
que se esconden
en los meandros de un mensaje.

Un nudo
baja despacio del esternón hasta el pubis,
enlaza las arterias
convertidas en violines solitarios
mientras los pétalos de un espejismo
se van convirtiendo
en agostados muñones de tierra.

Palabras mutiladas clamando el gota a gota
de la voz anhelada
dispersa en la hemoglobina de la sangre…

© Lola Bertrand
Pintura: "Yaciente te elevas" Mónica Palla/Daniel Marino

26.9.07

Poema de Karina Sacerdote


jamás es jamás
un adiós de mártires dormidos
que esperan el reencuentro
de carnes adustas capaces
de dar aún más que las noches
de luna llena
vacía
cortada
borrada

© Karina Sacerdote

Poema de Alberto Destéphen


La Puerta

Entro…
la nostalgia baja de la madera,
la puerta tiene aroma;
polilla de nombres,
residuos que tocan mi corazón.
Letrero de “STOP”,
tedio de las calles
de los mismos nombres de las cosas.

Silencio entre ella y yo,
entre su mirada y mi soledad
Salgo…
siento el golpe de la cerradura
apretada a su pecho.
Llora mi ausencia
descubriendo
mi rostro en el espejo.

© Alberto Destéphen

Poema de Clara Vasco


por las cornisas de la sangre
me arrojo gallo ciego
al altar de mis mayores

en un descuido
abro los brazos
y el ave descansa entre las nubes.

¿quién dotó a la noche de su toga siniestra?
yo suelo vestirme con ella

ordeno las cenizas de aquél fuego
rearmo unas brasas más piadosas


© Clara Vasco
Pintura: Juan Fernando Cobo

Poema de Edgardo Gugliermetti


Tejidos

Tejidos destejidos...¿el rapto la emboscada?
le dijeron no hay más casas ni juegos carnales
.................¿las palabras fueron raptos?
¿la nalga estirada en el muro fue otra emboscada?
el debería haber gritado en esa situación
.........................pero no fue así

.............................Cortó todas las sogas
.........................ninguna señal ningún pacto

Sonido de violoncelo...cañas de bambú
prostíbulo frío...orquesta empolvada

tejidos destejidos
murmullo musical meciendo cuerpo y voz

.......................no recordar
.....................donde recordar es una ronda.

© Edgardo Gugliermetti
Pintura: "carne de tu carne" Mónica Palla/Daniel Marino